Se alzarán los secretos develados sobre telones caídos un día,
y me hallaré interpretado realmente, entre miradas,
de las que penetran el espíritu hasta doler.
Ultrajados se sentirán quiénes me acompañaron durante soles,
y seré martirizado por perturbadoras ideas pasadas echadas en cara,
originadas por la torpeza de mis labores.
Al fin, los conocedores de los filamentos de mis pensamientos,
golpearán con justicia fantasmal mi conciencia.
Y cuál cobarde, escabullirme de tan fastuoso destino será mi intención,
aferrándome a cualquier saliente de la oscura fosa,
pues temerosa víctima de mí mismo admito ser.